Por suerte había una ventana abierta y Sherlock pensó que no
moriría de asfixia.
Confiaba en que su amigo Watson tuviese la suficiente
información para encontrarle.
La policía llegó y lo salvó. Watson había sido un verdadero
héroe. Había salvado a su amigo y había conseguido convencer a la policía y al
fiscal verdadero.
Sherlock regresó a casa y se quedó dormido pensando en sus
planes de futuro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario